Mi gran amigo y crack Larrondo me ha sorprendido enviándome una bonita historia que publico a continuación con mucho gusto. Espero que sea la primera de muchas aportaciones a este, tu blog.
Quiero escribir también, porque creo que merece la pena (sin que se moleste), lo que me ha escrito en el e-mail a parte de la historia, y es que son fechas para acordarse más que nunca de la gente que no tenemos cerca físicamente, pero que siempre están en nuestra memoria...
Un abrazo, tito!
8a.
LA CAJA VACÍA:
"A pocos días del gran día de la llegada de los Reyes Magos, una pequeña niña se encontraba muy ilusionada porque le estaba preparando un regalo para su padre. Se encontraba en la mesa del salón utilizando una caja y el papel de regalo dorado como el oro que habían comprado. Cuando el padre vio a su hija con todo aquello le echó una bronca, porque no se podía jugar con todo aquello que había costado tanto dinero, ya que apenas había dinero en esa familia. La niña se fue llorando porque sabía que no había hecho nada malo. Llegado el día de los Reyes Magos, el padre se encontró con aquella caja que tenía la niña aquel día que le gritó. El padre le pidió perdón a la hija y sin más tiempo que tardar, abrió la caja. Para sorpresa del padre se encontró la caja vacía, lo cual le provocó un gran enfado, por lo que le volvió a gritar a la hija que eso estaba muy mal hecho, que nunca se podía regalar una caja vacía. La niña volvió a llorar y se fue corriendo a su cuarto, pero antes de salir del salón le dijo a su padre que cuando ella cerró la caja estaba llena de besos que ella le quería regalar a su padre con todo su cariño.
Al día siguiente se produjo un accidente de tráfico donde la niña falleció desgraciadamente. El padre no consiguió salir de su casa durante mucho tiempo porque había perdido a su hija, a la que sus últimas palabras fueron gritándole por la caja vacía. Durante todo ese tiempo encerrado en casa, cada noche, el padre sacaba la caja que le regaló su hija de debajo de la cama, la abría y sacaba un beso con los que llenó dicha caja la niña. Y solamente podía decir que lo sentía mucho por haberle gritado y que la quería mucho. Palabras que salían de su corazón, pero jamás podrá volver a decirle."
Moraleja de esta historia: no juzgues la inocencia de un niño o una persona, porque no sabes la intención con la que se hacen las cosas. Hay que tener en cuenta que un niño hace las cosas porque las siente, no las piensa. Ojalá hubiera muchos adultos que mantuvieran ese pensamiento de hacer las cosas sin maldad. Y la otra conclusión es que no dejes nunca de decir a las personas que quieres que las quieres. Como leí en alguna de las entradas del blog (la de los erizos), es más importante aceptar a los amigos con las pequeñas heridas que te puedan provocar y perdonárselas, que buscar relaciones superfluas y supuestamente "perfectas".
Espero que te haya gustado la historia tito, yo la he estado escribiendo mientras lloraba al recordarla. Siempre me acuerdo de mis amigos, de mi familia...y nunca os digo que os quiero, pero ya queda poco para que vuelva a Sevilla por Navidad.
Un besito muy grande y un gran abrazo del tito Larrondo.
como me va a molestar que publiques todo el email...yo encantado :) me alegra mucho ver que te ha gustado...un abrazo tito!!!
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tito, ya sabes que me puedes mandar lo que quieras cuando quieras, un abrazo! y Feliz Navidad!!!
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